Este blog pertenece a la Peña Reina de Pinto Madrid.

La finalidad de la peña es de todos conocida: seguir y apoyar al Atletico de Madrid.
Es un espacio plural, donde se admiten todas las opinines sobre nuestro equipo, la directiva, los jugadores.
Es por elllo que trataremos de que nuestros enlaces y noticias sean lo más plurales posibles, en beneficio de nuestra peña y nuestro club.

PEGRULLO


ATLÉTICO MADRID 1 – REAL MADRID 2

Queramos o no paso lo que pasa siempre que nos enfrentamos a los vecinos molestos de blanco. Que perdemos, o no ganamos desde hace catorce años.

¿Por qué? Vete a saber. Entre hados, mal juego, potra, arbitrajes, mala suerte, etc. Toda la fila de motivos que queramos poner. El resultado el mismo.

Actualmente el presupuesto queramos o no sólo nos permite soñar. Soñar como con la final que se nos avecina.

De ayer poco o mucho que contar, pero más de lo mismo. Mal partido, de los dos, mala suerte, dos tiros a puerta y dos goles del contrario.

Salvamos de los nuestros a Filipe Luis y a Courtois. El resto a los leones.

Hemos caído en la previsibilidad en los últimos partidos. Que esperamos con esta plantilla. Atacamos con ansia durante los diez primeros minutos de ambas partes, el resto colocación y balón en largo. Pases y jugadas tranzadas muy pocas. Claro oportunidades hay. Claras pocas, las menos levantan un Uy. Atacamos por donde bascula Diego Costa. Ya lo saben hasta los alevines del equipo de mi pueblo.

La Guardia Pretoriana de Simeone no da para más. Se echa de menos al turco.

En fin sólo nos queda ya la ilusión de la final y ni eso. Esperemos quedar terceros y pasarlo bien, aunque perdamos el día 17 de mayo, lo demás es hablar siempre de lo mismo. La verdad de Perogrullo

LA FLAQUEZA DEL BOLCHEVIQUE

SEVILLA 0 – ATLÉTICO DE MADRID 1.

Contentos debemos estar por el resultado, por ganar a un rival al que muchos tenemos tirria, más no por el juego y lo que aconteció en el campo.
Desesperados andan la pléyade de periodistas y comentaristas deportivos antiatléticos, que buscan nuestras desgracias sin medir quien es el rival y sus méritos. Todo vale para intentar hundirnos y menospreciarnos. Pero no pueden. Nuestro equipo es una roca en su juego, y cuando nuestra defensa está fina, es casi imposible para equipos de medio pelo como el Sevilla y otros “exgrandes” que pululan por la liga española. Si a eso le unimos el gran final de temporada de Courtuois y el “renacimiento” cara al gol de Falcao, “ajo y agua”.
El partido, pues, según el guión más o menos previsto. Somos, queramos o no, un equipo previsible. Era un partido previsible.
No valieron de nada las alabadas tácticas de alguien que parece según la presa, esta por revolucionar el fútbol. Así el señor Emery, sin dejar de jugar a lo Amarrategui ayer intentó descubrir el Dorado futbolístico, colocando tres centrales y dos carrileros largos. ¡OH díos! La nueva quinta esencia del fútbol. Si lo hubiera hecho Clemente, otros gallos cacarearían.
Pero el descubrimiento táctico no cambió el guión: presión inicial de Atlético con oportunidad incluida, durante diez minutos. Y después mal juego, aderezado con la lucha barriobajera, en las que los dos equipos participaron. La posesión del Sevilla era más nominal que otra cosa, pues el centro del campo no existía y su intento de jugar por banda era inexistente. El atlético se replegó atrás olvidándose de jugar y contragolpear, hasta diría yo de presionar, pues los centrocampistas sólo se dedicaban, en ambos equipos, a la destrucción que no a crear juego; y si hubiéramos presionado arriba un buen roto podíamos haber echo ante la apertura en banda de los carrileros sevillistas, que estaban más parados que corriendo, pues no tocaban el balón y veían la pelota de lejos. Nos fuimos al descanso, como si lo visto fuera ya visto y conocido, y a la espera de ver algo nuevo en el segundo tiempo, mascando lo que sería el preludio de lo que acontecería después. Que era tan conocido como esperado, más no dejábamos de negarlo en nuestra ansia Atlética.
Salida en tromba del Sevilla. Había que aguantar los diez primeros minutos y se hizo. Y después azucarillos diluidos. Juego insulso hasta que apareció nuestro hombre. Costa, a más señas.
Vale que le peguen por todos los lados. Vale que le busquen. Vale que la tarjeta no fue merecida. Pero coño es que siempre hace lo mismo. Se lo busca el solito. Si criticamos a los Pepes, a los Alves y demás fauna del fútbol patrio. Tenemos que criticar a Costa más que nos pese. Lo que no es no es y punto. Hay que llamarle urgentemente a capitulo, y si no puerta, con todo el dolor de nuestro corazón.
Su reincidencia ya es peligrosa. Las patadas y demás van en el sueldo.
Simeone saco al “ausente” por Costa y a RG8 por Cebolla. La cosa salió bien. RG8 en su línea. El ausente asomo la cabeza, no tanto como algunos nos quieren hacer ver y su jugada, pase, mano de Súper Mario, bolea de RG8 y aparición milagrosa del “resucitado”.
La mano hace llorar a los llorones, que se conformaban con el empate y cabrea a la afición rival cual ejecutiva a las ocho de la mañana en el libro La Flaqueza del bolchevique de Lorenzo Silva. Calentita por demás con lo acontecido con Costa. Sinceramente nosotros hemos sufrido y hecho lo mismo.
En fin, más que le pese algunos, a muchos, tres puntos a la buchaca. Seguimos arribas más les pese. A esperar con confianza, una vez más el Derby. Una vez más deseando que cambie el guión. Esperando que la “flaqueza del bolchevique” a sea para otros.

P.D. para aquellos que no se han leído el libro en el primer capítulo, el protagonista y narrador de la historia se empotra contra el descapotable de una irritante ejecutiva un lunes a las ocho de la mañana. Ciertamente, él se distrajo un poco, pero ella no tenía por qué frenar en seco ni, desde luego, escupirle todos los insultos del diccionario. Vamos lo que acontece en cualquier grada española y más allá.

LA MANO

ATLÉTICO DE MADRID 5 – GRANADA 0
No tengo que poner ni una coma más.
Sólo decir que Koke en su sitio es mejor que todos los medios centros que tenemos y que suenen para el año que viene.

Koke & Torres, primavera en el Manzanares

El cholismo, la religión oficial que se profesa en el Calderón, necesitaba recuperar sus constantes vitales con urgencia. La temporada, excelente, se había resentido por falta de gasolina y varios partidos planos. Sin Arda, el juego había caído y Simeone tenía deberes. Para salir del apagón, la asignatura pendiente consistía en redoblar energía y recuperar ideas. De revitalizar al grupo se encargó Cebolla Rodríguez, ese uruguayo que juega con los cojones en la punta de los botines. De lo segundo, de las ideas, se hizo cargo Koke, ese verso libre del que muchos dudaban y que no para de crecer. Enganchado al coraje sin freno de Cebolla y al freno con coraje de Koke, el Atlético se hizo acreedor al triunfo. Enfrente, el Granada. En apuros, sin alma, a un paso del abismo del descenso. Ideal para saciar el hambre de victoria rojiblanca. Sin prisa pero sin pausa, el Atlético devoró a su rival.
Al frente de las operaciones, Koke y su fútbol de barrio. Primero a balón parado – único paralelismo entre este Atlético y el del doblete- y después en pleno vuelo como lanzador de contragolpes, filtrando pases al espacio. El muro del Granada, frágil, acabó hecho añicos. El partido lo descorchó ese tranvía llamado Diego Costa, a servicio medido de Koke. El segundo llegó en un contragolpe de museo culminado por la escopeta de Falcao. El propio colombiano, de profesión killer, vacunó el tercero, igualando su marca del año pasado con 24 tantos. Y después de los dos tigretones, Raúl García rubricó el cuarto y Filipe cerró la cuenta tras sutileza de Adrián.
En otro tiempo, el Calderón habría festejado un marcador rotundo, pero la fiesta podía ser mayor. Simeone interpretó el deseo de la grada y se lo concedió: Óliver Torres. Ese niño que no obedece a ningún capricho periodístico, ni a campañas de márketing. Sin barba, ni experiencia, ni complexión atlética, pero cargado de verdad con la pelota, Torres asumió su papel. El último hallazgo de la cantera tenía quince minutos para mostrase. Suficiente para él. Se ofreció, tocó, entregó, recuperó, condujo y regateó. Siempre elegante, cabeza arriba, siempre en el sitio. El Calderón, entregado a su niño, saboreó cada acción del chaval. Su fútbol, por puro, enamoró. Con la pelota, es un veterano metido en el cuerpo de un niño.
Había más. El Cholo resolvió el Expediente X y puso a jugar a Insúa, refuerzo que llegó en inverno y debutó en primavera. Fiesta completa. El Atlético se sacudió la planicie abrazado al talento de Koke y alimentó la ilusión de su hinchada con las perlas de Óliver. Dos canteranos. Dos enamorados de la camiseta que defienden. No hay nada que haga más feliz a una afición que sentirse representada por quienes sienten la camiseta que defienden. Ese idilio suele romper en amor a primera vista. Ya es primavera en el Manzanares.
Rubén Uría / Eurosport
http://es.eurosport.yahoo.com/blogs/ruben-uria/koke-torres-primavera-manzanares-181253707--sow.html

FRIO

GETAFE 0 – ATLÉTICO DE MADRID 0

Cuarto partido en lo que va de temporada entre los dos equipos, y de ellos tres visto por el que suscribe en directo.
Empezó la tarde templada y terminó fría de narices en todos los aspectos, tanto físicos como anímicos
Dejémonos de zarandajas: el partido fue malo, malo. Se acabo lo que se daba en el minuto diez de la primera parte; aunque se amenizo un poco en el último cuarto de hora, gracias a la expulsión del Gran Mario Suárez.
Parecía pintar bien la cosa con dos oportunidades marradas del Atlético y una por el Getafe. Pero nada se acabo. Centrocampismo insulso, ineficaz, insoportable y todos los in que queramos poner.
El Atlético dominaba el campo ante un Getafe inoperante, aseadito en defensa que fue a jugar al choque, que no a pelear por el balón. Buscaba las cosquillas, como casi todos a Diego Costa, y claro lo encontraron. Esta vez salió indemne.
Últimamente fiamos mucho al extraño brasileño y queramos o no así nos va. Diego puede ser un recurso, no una obligación. Todas las jugadas de ataque no pueden pasar por sus pies, o por su cuerpo. Ayer pecamos una vez más de éllo. No hay pausa, el balón es un ser redondo que tiene que llegar cuanto antes a Diego. No se busca entrar por el centro, no se buscan las diagonales. Falcao se pierde esperando un pase que no llega.
Así mantuvimos el balón hasta los tres cuartos  o el bode de banda-área, pero ahí ineficaces. Ni un centro decente, ni una jugada que mencionar. Todo trompicones y patada a seguir por parte del Getafe. Balón a la defensa y otra vez a empezar en largo o por jugada previsible en banda, sin profundidad a la espera de lo que haga el brasileño.
Aun así se tuvieron ocasiones pero nada, una o dos para el olvido.
Pero claro teníamos que calentar el partido y que mejor que Mario Suárez y su mano, o los fallos de Miranda y Godin en defensa.
El Getafe sacó su artillería pesada, pero como no es mucha, se perdió en fuego de artificio, con el temor a las contras o semi contras Atléticas, que las hubo.
Oliver el “deseado” salió media hora. Pero ahí estaba el gran Mario para acabar con su juego de ataque y obligarle a que mejore sus carencias defensivas. Al final le tendremos que dar las gracias.
De todas formas a Simeone se le vio su venilla amarrategi con el cambio por Koke. Perdido este una vez más en la izquierda o derecha según cayera don Diego, por su incapacidad para jugar de media punta o en banda. Así fue plato fácil para el cambio.
Adrián en su línea; Falcao intentando reencontrarse y encontrar al equipo.
Gabi cada vez más penoso. Le robaron la cartera un par de veces y ni se enteró.
De la defensa mejor no hablar. Se repartieron fallos por igual. El único entonado fue Juanfran y ya es decir mucho últimamente.
Pues eso al final frío en el cuerpo y en la mente. Sin saber que pensar. Dos puntos menos, un juego insoportable, falta de presión e intensidad, un dejarse llevar. En fin, esperemos que esto dure poco, para no perder las pocas ilusiones que nos quedan.
Frío.

DONDE HAY CONFIANZA DA ASCO

ATLÉTICO DE MADRID 1 - VALENCIA 1.

Día lluvioso en Madrid, como en casi toda España, y último día festivo de Semana Santa, pese a ello muchos nos acercamos al Calderón. Contentos por las mini vacaciones. Y confiados en ver un buen partido de nuestro Atlético, frente a uno de los rivales importante es de la Liga.
Confiados en el equipo.
Confianza que empezó a desaparecer en el minuto cuatro, se empezaba a esfumaren el cinco con el gol del Valencia. Se recuperó inmediatamente con el gol de Falcao en el seis.
En esas estábamos aun confiados. Pero la presión no era como otras veces y no llegábamos a la portería contraria.
El que si que llegaba era el Valencia. Abriendo en banda, abriendo el campo, no jugando por el centro, rompiendo nuestra tímida presión con balones abiertos, y creando peligro durante más de media hora, que fueron una agonía y suplicio para el aficionado atlético.
No era el guión que esperábamos y la grada se desesperaba y se impacientaba. Entre medias la lesión de Arda.
Y aquí el Cholo quemo todas sus naves con la entrada de Raúl García.
En los últimos cinco minutos levantó el equipo, algo la cabeza, y llegamos al descanso con la esperanza de que la pesadilla se pasara.
El segundo tiempo fue nuestro. Bueno el primer cuarto de hora y los últimos cinco minutos. Entre medias nada. Nos volvimos a diluir como azucarillo bajo la lluvia, y el valencia tuvo el partido donde quiso, pues se conformó con el empate.
Ayer no hubo presión y faltó intensidad. Mal todo el equipo. Yo no salvo a ninguno. Es más no comento los errores del un mal arbitro porque no merece la pena ni justifica el juego del equipo.
Una vez más lo digo, por activa y por pasiva: falta calidad en el equipo. En estos partidos se nota. No me vale que el campo estuviera mojado y hay que pelear y tal y tal y tal. No. ¿Había barro? Pues eso.
Simeone quemo sus naves con la entrada de un, para mi inoperante, Raul García. En su haber que jugó por la derecha, que no es su sitio. Pero aún así da dos de arena y media de cal.
Simeone no confió en lo que tenía en el banquillo: Cebolla y el desaparecido Adrián no existieron. Oliver desapareció de la convocatoria.
¿Para cuando una oportunidad o unos minutos para el chaval?
No es que vaya a ser la salvación del equipo, pero entre que no le saca, entrena con el primer equipo, no juega casi nada ni entrena con el B, la están cagando con el chaval. Una al debe de Simeone.
Nos espera la parte más dura de la Liga. Los equipos fuertes y los que se juegan la salvación. Ya saben como y a qué jugamos. La boya de Diego Costa, no es suficiente. Nos va ha tocar sufrir.