BETIS 0 – ATLETICO DE MADRID 2
“Espero
que cualquiera de mis amigos y colegas, o antiguos colegas, que están
preocupados por la reconstrucción política, se harán cargo, y plenamente, de la
falta total de ceremonial con la que ha sido necesario actuar. Yo diría a la Cámara, como dije a todos
los que se han incorporado a este Gobierno: «No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor».
Tenemos ante nosotros una prueba de
la más penosa naturaleza. Tenemos ante nosotros muchos, muchos, largos meses de
combate y sufrimiento. Me preguntáis:
¿Cuál
es nuestra política? Os lo diré: Hacer
la guerra por mar, por tierra y por aire, con toda nuestra potencia y con toda
la fuerza que Dios nos pueda dar; hacer la guerra contra una tiranía
monstruosa, nunca superada….
Me preguntáis; ¿Cuál es nuestra
aspiración? Puedo responder con una palabra:
Victoria, victoria a toda costa,
victoria a pesar de todo el terror; victoria por largo y duro que pueda ser su
camino; porque, sin victoria, no hay supervivencia. …. Pero yo asumo mi tarea con ánimo y esperanza.
Estoy
seguro de que no se tolerará que nuestra causa se malogre en medio de los
hombres. En este tiempo me siento autorizado para reclamar la ayuda de todas
las personas y decir: «Venid, pues, y vayamos
juntos adelante con nuestras fuerzas unidas.”
Discurso de Churchill a la
Cámara de los Comunes
13 de mayo de 1940
Poco
original, lo reconozco. Pero suscribo lo resaltado en negrita. No nos quedan
batallas. Nos quedan guerras. Cada partido va ser una guerra, contra todo,
contra todos, contra nosotros mismos.
Suena
fuerte, si, pero es la realidad.
Ayer
ya lo vimos. Un equipo que parece desahuciado, supuestamente cansado, pelea
hasta la muerte. Otros ejemplos: Osasuna, Almería,…
Somos
la envidia del pobre y nos quieren ver caídos como sea, cueste lo que cueste.
Arbitrajes
descaradamente malos, arbitrajes sibilinos. Descrédito, rumulogía. Así una
semana y otra. No tenemos aliados, no hay amigos. Nadie nos va a regalar nada.
Nuestra simpatía se ha acabado, la de los demás también. No caemos bien a
nadie. Dependemos de nosotros mismos, ni más ni menos. Difícil, casi imposible.
Lo
sucedido ayer marca un cambio. Ya no es partido a partido. Es guerra a guerra.
En el campo, en la grada, en el bar, en el trabajo. Pase lo que pase la cabeza
bien alta, apretar los dientes, mirar a la cara. ANIMAR, ANIMAR, ANIMAR Y ANIMAR. Es lo que nos queda como aficionados.
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