GETAFE 0 – ATLÉTICO DE MADRID 0
Cuarto partido en lo que va de temporada entre los dos equipos, y de ellos tres visto por el que suscribe en directo.
Empezó la tarde templada y terminó fría de narices en todos los aspectos, tanto físicos como anímicos
Dejémonos de zarandajas: el partido fue malo, malo. Se acabo lo que se daba en el minuto diez de la primera parte; aunque se amenizo un poco en el último cuarto de hora, gracias a la expulsión del Gran Mario Suárez.
Parecía pintar bien la cosa con dos oportunidades marradas del Atlético y una por el Getafe. Pero nada se acabo. Centrocampismo insulso, ineficaz, insoportable y todos los in que queramos poner.
El Atlético dominaba el campo ante un Getafe inoperante, aseadito en defensa que fue a jugar al choque, que no a pelear por el balón. Buscaba las cosquillas, como casi todos a Diego Costa, y claro lo encontraron. Esta vez salió indemne.
Últimamente fiamos mucho al extraño brasileño y queramos o no así nos va. Diego puede ser un recurso, no una obligación. Todas las jugadas de ataque no pueden pasar por sus pies, o por su cuerpo. Ayer pecamos una vez más de éllo. No hay pausa, el balón es un ser redondo que tiene que llegar cuanto antes a Diego. No se busca entrar por el centro, no se buscan las diagonales. Falcao se pierde esperando un pase que no llega.
Así mantuvimos el balón hasta los tres cuartos o el bode de banda-área, pero ahí ineficaces. Ni un centro decente, ni una jugada que mencionar. Todo trompicones y patada a seguir por parte del Getafe. Balón a la defensa y otra vez a empezar en largo o por jugada previsible en banda, sin profundidad a la espera de lo que haga el brasileño.
Aun así se tuvieron ocasiones pero nada, una o dos para el olvido.
Pero claro teníamos que calentar el partido y que mejor que Mario Suárez y su mano, o los fallos de Miranda y Godin en defensa.
El Getafe sacó su artillería pesada, pero como no es mucha, se perdió en fuego de artificio, con el temor a las contras o semi contras Atléticas, que las hubo.
Oliver el “deseado” salió media hora. Pero ahí estaba el gran Mario para acabar con su juego de ataque y obligarle a que mejore sus carencias defensivas. Al final le tendremos que dar las gracias.
De todas formas a Simeone se le vio su venilla amarrategi con el cambio por Koke. Perdido este una vez más en la izquierda o derecha según cayera don Diego, por su incapacidad para jugar de media punta o en banda. Así fue plato fácil para el cambio.
Adrián en su línea; Falcao intentando reencontrarse y encontrar al equipo.
Gabi cada vez más penoso. Le robaron la cartera un par de veces y ni se enteró.
De la defensa mejor no hablar. Se repartieron fallos por igual. El único entonado fue Juan fran y ya es decir mucho últimamente.
Pues eso al final frío en el cuerpo y en la mente. Sin saber que pensar. Dos puntos menos, un juego insoportable, falta de presión e intensidad, un dejarse llevar. En fin, esperemos que esto dure poco, para no perder las pocas ilusiones que nos quedan.
Frío.
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