VALLADOLID 0 - ATLÉTICO DE MADRID 3
Treinta y cuatro personas, tanto socios como simpatizantes de la peña, nos desplazamos ayer a Valladolid en un plácido y perfecto viaje por la alta meseta castellana.
Pacharán para aquellos que quisieran para endulzar un poca la ida.
Poco mas de las doce de la mañana en la ciudad del Pisuerga. Tenemos en esto algo "de la negra", pues tuvimos que dejar el autobús fuera del centro ciudadano pues había una dualtrón o trialtrón por el centro de Valladolid. Quince minutos andando hasta la plaza mayor, que no es mucho, pero con ganas de agua, tanto de sacar como de beber. Fotos de rigor en la plaza y cada uno a su aire hasta la hora de ir al restaurante.
El aire poco, la cerveza, vinos y tapas muchas. Especialmente una denominada Tigretostón, que tuvo división de opiniones, como el partido y la forma física del "tigre" ayer
Después de la buena comida al campo.
Es Valladolid un campo triste. Por el clima, por el no haber nada más que un bar en los alrededores (hombre siempre queda el centro comercial de al lado) y sin un chiringuito de bufandas y demás abalorios para comprar. Eso sí en la zona de entrada de los visitantes un puesto de groffres. La afición pucelana, triste, poco animo, sólo silbidos en contra nuestra y por algunas decisiones en contra del arbitro
Con esto tuvimos que entrar al campo cuarenta minutos antes. Y fue entrar, y como decían las predicciones meteorológicas, lluvia. Nosotros a cubierto no la notamos, salvo un poco en el descanso con el cambio de viento.
El partido, una pachanga. Andábamos por el minuto diez, comentando quien tiraría la falta directa, cuando la jugada de estrategia planteada nos dejo a todos boquiabiertos. GOl. Hasta aquí duró el primer tiempo, si no fuera por el fallo postrero de Diego Costa, aburrido.
El segundo tiempo algo mejor, no mucho, más ataque del atlético. Intensidad la justa para doblegar a un triste y decepcionante Valladolid.
Dos goles más y a la saca.
Partidazo de Gabi, monumental. Bien Diego Costa, bien sin entrar en peleas y rifirrafes y asesinado con sus caídas en banda, desmarques y el gol a la zaga, si se le puede llamar así, vallisoletana.
La vuelta rápida y sin incidentes, con lluvia eso si
"El jueves echalé huevos".
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