Dia de las madres y espinilleras de carbono

ATLÉTICO DE MADRID 3 - RAYO VALLECANO 1
Domingo soleado en Madrid, ensombrecido por los incidentes del inicio del partido, en un día presumible de fiesta. Partido mañanero, al campo con los niños, para que mama descanse mientras nos prepara el cocido o la paella, si no después nos vamos a comer por ahí que estamos a primeros de mes y aún tenemos dinero. Pués eso, el día de las madres.
Me acuerdo de mi infancia cuando después de misa en San Vicente de Paul, dirigía nuestros pasos mi padre hacia el Cotorruelo. Allí a parte de los partidos de los campos oficiales se producían otros no menos importantes en nuestra mente infantil. Debíamos de ser buenos, pues ni se iban muchas pelotas, al campo. Sino correr con la bici, jugar a la peonza, etc. tiempos sesenteros aquellos.
Hoy nuestros infantes se aburrieron como una ostra, no hay sitio para jugar en las gradas y los de abajo no desplegaron uno que se pudiera llamar fútbol en muchos ratos del partido.
Tampoco ayudó el Rayo. No presionó como en Barcelona, tal vez porque los nuestros volvieron en más ratos al patadón como manera de quitarse la presión, tal vez porque no sea un equipo tan bueno como nos pintan. De todo hay. Debo decir que me gusta su entrenador, Saldoval. Dentro de esa apariencia de bruto, se encuentra un hombre de fútbol, sano.
Por lo que sea los jugadores del Madrid debieron de cedernos la semana pasada, además de los cuatro goles, sus espinilleras de carbono. ¿Dónde está la presa?. A claro que Cristiano y Messi no juegan en nuestro equipo. Durante la primera parte hubo entradas de los denominadas de juzgado de guardia, y el señor Clos Gómez y sus auxiliares parecía que no se enteraban. ¿No fue éste el del paraguas de Granada?. Sin comentarios.
Por lo demás los nuestros como siempre. Grupo insulso, sin saber cómo ni a qué jugar. Destacando los de siempre, es decir, Diego y poco más.
Menciones especiales de la Jornada.
Reyes: esta haciendo méritos para coger el pasaporte a Turquía.
Koke: no se entonó en la primera y única parte que jugó, debía estar pensando por qué le saco Manzano de inicio, y por qué no le saca en su puesto. Se debió de fijar en la primara parte de Mario Suarez para aprender y así disponer de más minutos
Gabi: buen partido. Salió de la calle siete de la piscina para cruzarla sin complejos, defender, atacar, apoyar a Diego. Es decir jugar al fútbol como se supone que sabe. El premio un gol de bandera y el pase del tercero. Si sigue así vale.
De manzano ya está todo dicho. El fútbol de ataque y toque brilla por su ausencia.
El domingo el Español. Juventud catalana al poder, ya lo viereis.
Post data: se de un chino que vió el partido pero no estaba en China